SUSPENSIÓN
La suspensión en buen estado garantiza un comportamiento óptimo y una frenada eficaz
La suspensión juega un papel clave a la hora de garantizar la seguridad y el confort durante la conducción. Es la encargada de que el neumático esté en continuo contacto con la calzada y permiten controlar el vehículo en situaciones de riesgo. Al circular a altas velocidades o durante el trazado de las curvas, una buena suspensión es esencial.
La suspensión estropeada provoca un desgaste prematuro de los neumáticos y de otros elementos del sistema. Es fundamental que la suspensión esté en buen estado para mitigar el aquaplaning.
Igualmente, una suspensión en óptimas condiciones reduce la distancia de frenado en hasta cinco metros.
Es habitual que un fallo en este sistema provoque fugas y derrames de aceite. Por esta razón, su mal estado será motivo de falta grave al pasar la ITV. Será necesario revisarla al menos cada 20.000 km para asegurarse de que no haya perdido eficacia y que no se produzcan fugas de aceite.